Por Juan Pelegrín
¿Cuántas veces se ha oído eso de "jugamos como nunca y perdimos
como siempre"? Pues hoy hay que añadir una más. Los esforzados chicos
de Macabi hicieron, posiblemente por primera vez, un partido coherente
con lo que sus entrenadores y directores espirituales llevan buscando
toda la temporada: menos tiros desde fuera y más balones dentro.
Las oportunidades de canastas claras fueron innumerables, como lo fueron también los fallos debajo de canasta de los pivots, aleros y bases. Por fin los aristocráticos jugadores de fuera y los trabajadores del juego interior compartieron algo que no fueran croquetas de cabrales (¡uhmmmmm!).
También se vieron en el campo otros cambios de papeles respecto a los habituales. Carlos, por ejemplo, suele andar con normalidad y ayer cojeaba como el pirata malo (ver entrevista en página 3). Puede que sus andares hicieran que el equipo se trastabillase un poco, aunque, hay que reconocerlo, a MDL tampoco le hace falta mucha influencia para darse de vez en cuando un batacazo.
La transformación más asombrosa, sin embargo, la vivió Juan Carlos y la sufrieron los rivales. Con su menudo cuerpecillo, Juan Carlos se convirtió en el azote violento de los gigantes de Mantenga. Las malas noches pasadas, la tensión por la reciente paternidad, todo explotó en el campo y se enfrentó sin miedo a tíos que le sacaban dos o tres cabezas. Juan Carlos bordeó el precipicio de la eliminación y sólo se contuvo al final, cuando pensó que su hijo no se merecía un padre presidiario.
Otro mutante fue Alberto, que se empeñó con ahínco en buscar los codos de los rivales con sus dientes. Como consecuencia de esta extraña búsqueda, Alberto pasó buena parte del partido sujetándose la boca, tratando de que sus incisivos, caninos y molares no cayeran al suelo, como no caen las ilusiones de MdL, que sabe que un día volverán a ganar. En el vestuario se oyó una voz lastimera después de la ducha: "¡Qué llegue pronto el partido contra Dublineses!". Paciencia, que ya falta menos.
ANOTADORES
Alberto (14), Constantino (8), Roger (5) Juan P. (3), Gus, Juan Carlos, Juan V., Manuel. Coach: Carlos.
Nadie fue eliminado por cinco faltas. La fundación “Baloncesto y vida” agradece el esfuerzo de los jugadores pero advierte a Juan Carlos de que no debe seguir por el camino iniciado en este partido.
Carlos: “Lo fundamental es recuperar la pierna para moleros a patadas, maleantes”.
Nuestro querido Carlos sufrió una operación el pasado jueves en la que le quitaron los ligamentos (o el menisco, quién sabe) y le colocaron en su lugar unos rodamientos y la correa de la distribución de un coche a medio desguazar. "La intervención salió estupendamente y, de momento, lo único que noto es que en tercera me atasco un poco", explicó Carlos sin que nadie le hubiera preguntado.
Durante el partido se le vio alterado y es que "no puedo soportar esa falta de elegancia de mis chicos. Uno juega con la camiseta por fuera, el otro por dentro y el de Vallecas (el griego) se da la vuelta al elástico del pantalón". Tras tomar aire añadió en tono quejumbroso: "es superior a mis fuerzas".
Quiso agradecer el cariño de la afición (sobre todo el de Noemí) y confirmó que, si todo va bien, estará listo para volver al parquet en el mes de febrero ante el equipo recientemente hermanado con MdL. Es lo que tienen los blogs, que unen mucho.
EL RINCÓN DEL FAN
“La pulga” y su amiga Alicia ondearon la bandera de MdL con orgullo hasta que se cansaron de ver canastas de “los malos” (esperemos que no se ofenda nadie) y se
fueron a jugar. Aparte, Ana, suegra de Gus, y la madre de Alicia también apoyaron. Para apoyo el de Noemí, que prestó su hombro a su esposo, “patapalo”, para que sus titubeantes pasos adquirieran mayor firmeza. Algunos jugadores de MDL dejaron caer que ellos también necesitaban un báculo para jugar a esto tan duro del baloncesto. Una enfermedad alejó a Jenny del club de sus amores. La redacción de La Hoja Macabea le envía sus mejores deseos.
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