martes, diciembre 06, 2011

Fin de semana redondo


Dos victorias en un fin de semana es algo que no está al alcance, ni siquiera, de los más grandes equipos. MdL lo consiguió luciendo sus galones el viernes por la noche en Casa Hortensia y el sábado por la tarde, digiriendo aún la fabada, en la pista de juego habitual. Grandes, muy grandes.
El fin de semana empezó fuerte en Casa Hortensia, templo macabeo por excelencia, allí donde la fabada y el chuletón entran en comunión con los corpachones de nuestros jugadores para refundarse en atletas de primer nivel mundial. 
Todos los partidos tienen sus estrellas y nuestro coloso gallego suele rendir a gran nivel sobre determinadas superficies. Nadal arrasa en tierra batida y Manuel en Casa Hortensia, cada uno es el mejor en lo suyo. ¡A Nadal querría yo verlo comiendo judiones como al gallego!


La cena, como es habitual, sirvió también para hacer piña y dejar que los macabeos se comportaran como adolescentes descerebrados por algunas horas. Preguntadas las esposas de algunos de ellos no terminaron de ver la diferencia con su día a día habitual. Y eso que no oyeron los chistes…


El partido del sábado


Con los chuletones reforzando la ya de por sí hercúlea musculatura de los jugadores de MdL, el partido tuvo una intensidad brutal. La igualdad se instaló en el luminoso desde el salto inicial (normal, se suele empezar empate a cero) y fue la tónica dominante hasta el pitido final, ¡50 minutos de juego después! Vamos, que jugamos dos prórrogas, accidente que se repite por segunda vez esta temporada.


Los macabeos tuvieron el partido ganado al final de los primeros cuarenta minutos pero un serie muy de la casa de uno de seis tiros libres en el último minuto mandó el partido a su primera prórroga. Un cariñoso saludo a Jorge, maestro en estas lides.


Una vez allí, la cosa se puso fea, pero fea fea, hasta que el rubito, ídolo de masas, héroe desde el 6’75, enchufó el primero de sus triples milagrosos, el que regalaba a las hordas congregadas en el pabellón otros cinco minutos más de baloncesto desatado.


Las cosas discurrieron con más placidez en este segundo tiempo extra porque Fernando se cascó su triple salvador, rodeado de contrarios, un poco antes y con el marcador favorable a MdL. Desde entonces todo fue coser y cantar. Tanto que las faltas cometidas por unos agobiados rivales se convirtieron, por fin, en tiros libres encestados con pasmosa precisión. No digo precisión suiza por que en ese alpino y relojero país no juega al baloncesto ni el tato.


El fin de semana, pues, se cerró con la segunda victoria en liga de MdL, un resultado que llena de esperanza a la naranja averiada mecánica, de cara a sus inminentes enfrentamientos con equipos de la zona baja de la tabla. Lo que vienen siendo primerizos, ya sabéis.


Los medios


Enésima espantada del entrenador-presidente de MdL que fue incapaz de dar la cara ante los medios. Nadie se explica la razón de esta ausencia porque el tío ni siquiera probó la fabada el viernes por la noche. La prensa, rencorosa como acostumbra, inicio de inmediato una cruzada contra él haciendo notar a los aficionados que las dos victorias del año habían llegado sin su presencia en el banco. Blanco y en botella: destitución fulminante. Al sondearse el mercado y ver que la única alternativa cercana era Pepu Hernández, al que le quedan dos telediarios en Estudiantes, se acordó la contratación del presidente para el banquillo con duración indefinida. “No queda otra”, aseguró uno de los jugadores que prefirió permanecer en el anonimato.

Sonora bronca entre Javi “gata negra” y el chupón en el periodo de descanso entre las dos prórrogas. Según fuentes fidedignas y sobrias, Javi recordó el precedente de una segunda prórroga jugada en esta temporada en la que el equipo naranja encajó un contundente 10-0. El chupón le felicitó por su optimismo a lo que Javi respondió metiendo más el dedo en la llaga. La cosa no llegó a más porque después de cuarenta y cinco minutos y con cinco más por delante no había fuerzas para darse de hostias. Si no…


Las escaleras


“Subil y bajal escaleras es para ti una tremenda mielda, chico”. Así finalizó la visita a un medico moreno y caribeño este humilde redactor el domingo por la mañana después de haber visto repetidamente las estrellas la noche siguiente al partido. No, no es que se fuera de farra con la creme del cine español ni nada de eso, es que, según el moreno que lo atendió, tiene una bursitis prerotuliana que duele un huevo. Pero un huevo. De momento un par de semanas, que no es nada. 

Para poner en valor el tema ese de las escaleras, recordamos que juntando los sueldos de redactor y chupón no llega para ponerle ascensor en casa y que el tirador macabeo, que no metedor, vive en un tercero.


En declaraciones a la prensa confirmó que “sí, es una tremenda mielda lo de las escaleras” a la vez que espera “estar en condiciones para el próximo partido porque, en caso contrario, al quedarse tantos tiros sin dueño mis compañeros pueden desarrollar diversas patologías articulares derivadas de la falta de costumbre en el tiro”. ¡Hace falta tener morro!

lunes, noviembre 14, 2011

Un ocho mil en el camino


Cuando MdL está terminando su pretemporada, cosa que siempre nos pilla con la temporada empezada, nos tocó escalar uno de los muchos ocho miles que nos reserva el calendario de este grupo lleno de niñatos que corren que se las pelan. Estos, además, juegan razonablemente bien al baloncesto.

Aun así, como acostumbran, los macabeos se crecieron ante las dificultades y jugaron un gran baloncesto con el que no se quedaron tirados a mitad de la ascensión a esa gigantesca montaña que proponía la jornada. El oxígeno llegó hasta donde llegó, más o menos hasta el final del tercer cuarto, y hasta ahí se vio un juego fluido, lleno de imaginación, sabiduría y poder, que son las armas habituales de este grupo de esforzados guerreros del basket.

Ángel y Roberto, los dos con su evidente clase, pusieron la cabeza y la elegancia en el partido con su acertada dirección. Ambos movieron las piezas con delicadeza para procurar siempre los mejores movimientos. Magníficos fueron los contraataques lanzados por la pareja, impensables al enfrentarnos a nos rivales en extremo veloces. Pero a esto, como dice el gran Germán Gabriel, se juega con la cabeza, no con los pies. Y de cabeza, la verdad, vamos sobrados.

No diga lucha, diga “Gaby Laimbeer”. Haciendo honor al nombre de su camiseta, Gaby se hizo un coloso bajo los aros y puso firmes a los jovenzuelos con su enorme hambre de rebotes. Los delgaduchos y altaricones pivots rivales soñarán con él durante algunas semanas. A nosotros, por suerte, ya se nos ha olvidado el mate a dos manos que nos clavaron.

Gustavo y Manuel, más el segundo, fueron un prodigio de economía de cara al aro. Entre los dos sumaron uno o dos tiros de campo porque su mayestática solidaridad y superlativa visión de juego les hicieron buscar siempre la mejor opción para que el tikitaka de MdL siguiera fluyendo.

Esa mejor opción muchas veces era Billy Charlie Elliot, siempre bien colocado bajo la canasta para enchufar su ganchito de izquierdas. Sólo ligerísimos detalles que, seguro, serán ajustados en las próximas semanas, le impidieron irse a la caseta con una gran cantidad de puntos en su saca. Su juego de pies es un placer siempre y cuando a uno no le importe demasiado el resultado que es una cosa bastante vulgar.

El presidente y su rodilla biónica volvieron a la pista de juego para deleitarnos con su saber estar y con una de las canastas de la semana. Carlos penetró en la zona sin saber dónde se metía, dio dos potentísimos pasos que lo dejaron a unos metros del aro, se dio la vuelta y resolvió la duda entre comerse la pelota y tirarse una mandarina indecente metiendo un canastón de época. Sin duda, el momento del partido. Bastaba con ver la cara de incredulidad del protagonista de la jugada.

La máquina se va engrasando y sólo queda pulir algunos detalles para que las victorias lleguen en cascada.

MdL en breve

Aparte del gran juego exhibido se comentó en los corrillos postpartido la pequeña trifulca entre miembros de MdL y uno que va por libre. Al parecer, y sólo al parecer, algunos jugadores sugirieron al que va por libre que tal vez su uso del balón sea abusivo.

Para desmentir los rumores y aportar su versión, el que va por libre compareció en rueda de prensa y dio la sorpresa de la jornada al anunciar su inminente marcha de MdL: “No me siento valorado aquí, veo que me faltan minutos y balones para poder expresarme”. La incredulidad de los medios hizo que esta noticia necesitara más explicaciones: “No hay –continuó- ni siquiera una jugada para mí más allá de la cuatro*, que ya se conocen todos los rivales y es completamente inservible”. Los periodistas, con su sagacidad habitual, se olieron que aquí había gato encerrado y no pararon hasta encontrar las verdaderas razones de estas sorprendentes declaraciones: “Sí, es cierto. Me han llamado de Estudiantes. Necesitan anotación (por un tubo) y yo (o cualquier otro, la verdad) puedo ser su hombre. Me voy”.

Durante el último cuarto, jugado en una agradable terraza, se acordó cerrar la cena de navidad en el mítico local Casa Hortensia, templo de la fabada nocturna, la tortilla de dos pisos, el queso de cabrales y el chuletón de dos kilos.

Con alevosía y nocturnidad el que va por libre convocó otra rueda de prensa urgente para recular: “Sé que aquí me quieren y este es mi sitio. Los colores que siento, más ahora que la camiseta es tan grande, son los de MdL. Me quedo”. Nuevamente los periodistas se quedaron con la mosca detrás de la oreja y tiraron de la lengua al arrepentido jugador: “Sí, la vuelta a Casa Hortensia ha tenido algo que ver. Sé que en Estudiantes no pasan del VIPS y comprenderán ustedes que no es lo mismo”.

Apunte histórico estadístico

Durante el partido un jugador de MdL batió el récord histórico de anotación individual con 28 puntacos. A pesar de llevarse a casa el balón firmado el jugador apuntó que “esto es una ful si no ganamos” mientras el resto del equipo se manifestaba con pancartas, pitos y tambores reclamando un mayor reparto del balón.

Apunte histórico cervecero

Gustavo se tomó el jueves, al terminar el entrenamiento, ¡dos JARRAS GRANDES de cerveza con limón! Brutal, la verdad.

Apunte de público

Poco e impaciente. Apareció la novia de Roberto con una amiga. Desaparecieron al terminar el segundo cuarto.

* "La cuatro" es una mítica jugada de MdL que se resume en "dame la pelota que ya veré yo cómo me tiro una castaña como sea". Esta jugada ha tenido, históricamente, dos intérpretes de leyenda. Uno es griego y ya no juega en el equipo y el otro sigue practicándola cada vez que le dejan.

lunes, noviembre 07, 2011

Día redondo para la tribu macabea: triunfo y cena


Gloriosa jornada de victoria y hermanamiento del equipo macabeo que se dio por la tarde un festín de canastas y por la noche otro de chuletones. Ese es, sin duda alguna, el camino del éxito.

Jugando a medio gas, sin forzar la máquina, que la temporada es muy larga, MdL se impuso a un equipo de mozalbetes imberbes que, además, deben de ser consumidores habituales de series, libros o películas de esto que está tan de moda de los vampiros. Tienen los chavales tan interiorizado lo de los chupasangres que se dejan su rojo elemento vital en la nevera de casa y sin sangre, aun con dieciocho años, no hay quien juegue. ¡Despertad, carajo! Y corred un poco de paso. Tiene cojones que los únicos contraataques los hiciera el equipo más veterano. Quizás ayudara también que nuestras camisetas, con el viento a favor, se despliegan y nos ayudan a contragolpear mejor.

Jugar con gafas o no jugar, esa es la cuestión. Si cada vez que te pasan la pelota te da en la nariz, se te caen las gafas al suelo, te tropiezas y terminas cayendo tú mismo, chico, tienes un problema. Puedes cambiar de gafas por unas con las que veas el balón venir o puedes practicar un deporte donde los objetos no te vengan a gran velocidad. Esto lo veíamos todos pero, claro, estos chicos tenían sus padres y tampoco vamos a meternos donde no nos llaman. Si en el partido de vuelta siguen igual es posible que reciban algún sutil consejo para evitar males mayores. Lo que tiene la edad es que nos hace responsables y no queremos que ocurran desgracias en el terreno de juego.

Dichas todas estas sandeces, lo cierto es que nos llevamos un partido feo, malo, aburrido y pitado por un señor a la altura de los dos equipos. Un tostón, vamos. Nos pones en lugar del Estudiantes y no se entera nadie del cambio.

Fernando faltó luego a la cena, pero es normal porque ya se había merendado unos pocos niños en el partido. En el lado opuesto quedó Gustavo, que debió de pasar verdadera hambre durante el encuentro. Gustavo, alma de cántaro, ¡tira a canasta!

La cena

No, no fue la última porque estas cosas alimentan la unión y la fuerza del equipo. Como siempre dice Javi, “Uno a uno no somos nadie pero todos juntos somos inmortales” (o algo así). Degustamos las viandas con abundantes risas y no menos vinos y cervezas. La única duda que quedó al final de esta agradable velada fue saber cuándo será la siguiente. Se admiten, por supuesto, propuestas aunque ya hay un sector, posiblemente unipersonal y chupón, que aboga por recuperar la entrañable fabada para la cena.

Rueda de prensa

No hubo. El presidente estaba en el cole y no llegó a tiempo. El resto se fueron a preparar la cena y Jorge, nuestro pulmón incasable, se fue a nadar. Con un par. Durante la ronda de cañas posterior no se dijo nada interesante, la verdad. Sólo se recalcó el momento del enfrentamiento delJose con un niño al que sacaba dos cabezas y doblaba en peso. José, coño, no abuses.

Es curioso esto de que los rivales lleven a sus padres a las gradas y nosotros a nuestros hijos. Ah, no, perdón, que el sábado jugamos más solos que la una. Ya veréis, ya, como en el próximo partido, al calorcito de la victoria, hay más público. Nos falta un Mourinho que le diga a nuestra acomodada afición tres o cuatro cosas.

Parte médico

El único lesionado de la jornada fue Mauro, el pequeño gallego hijo del gran gallego, que fue operado de vegetaciones. No sabemos si eso es algo interno que tienen los niños o que el chico le tiene alergia a la verdura. Si es por lo segundo, medio equipo debería pasar por la mesa de operaciones. ¡Ni una hoja de lechuga se consumió en toda la cena, oiga! Qué manera de zampar colesterol, señor. Mauro, por cierto, estupendo y, suponemos, comiendo vegetales de nuevo.

Datos

39-27, el resultado fue 39-27. No, no jugamos al balonmano. No, en nuestro equipo nadie lleva gafas.

martes, octubre 25, 2011

Los números engañan

Los números son una ilusión, un concepto abstracto que, de tanto usarlo, se nos ha vuelto real. Pero no, no os engañéis. Bien utilizados, los números pueden decir lo que nosotros queramos. Podemos retorcerlos, doblegarlos y utilizarlos a nuestra voluntad. Por eso, porque son una ilusión interesada, aunque el marcador dijera el pasado sábado que perdimos 46-10 en realidad, todos los que allí estuvimos lo sabemos, les pegamos una paliza de muerte.


Hechos, no números. Jugamos mucho mejor. Por momentos el mejor baloncesto de MdL. Movimiento rápido y fluido de balón, facilidad para llegar a buenas posiciones y, con frecuencia, desbordamiento clamoroso de la defensa rival. No, luego la pelotita se negó una y otra vez a entrar. La pelota, me temo, debe de ser un número.

Dicen los números, tramposos, que no metimos nuestro primer punto, de tiro libre, hasta el minuto ocho del segundo cuarto. Minucias. ¿Qué son dieciocho minutos sin una canasta comparados con la inmensidad del océano temporal en el que se mueve la humanidad? ¿De verdad le puede preocupar a alguien pasar un mísero cuartito de hora sin anotar? ¿Alguien que viera la maravillosa exhibición de juego podía estar atento a si la pelota, un número al fin y al cabo, recuerden, pasaba por el aro?

Dicen los números que hubo un tío que tiró unas doscientas cincuenta veces y que metió su primera canasta en juego, antes sólo tiros libres, cuando el tiempo, más números, ya llegaba a su fin. Nada de eso tiene importancia para quien tuviera el privilegio de ver la entrega de ese enorme jugador que, sin desmayo, como los más grandes, no dejó jamás de intentarlo. Bueno, hasta que sus compañeros empezaron a mirarle mal.

150 kilos de peso. Otra ilusión. La gracilidad con la que elJose se mueve por el campo, la pasmosa facilidad con la que culmina sus contraataques y apisona a los contrarios hablan de un jugador liviano, casi etéreo, en un estado de forma sobrenatural. Sin duda el periplo yankee de nuestro bastión en la zona le ha sentado más que bien.
Nuestro gallego salvaje, Manuel, amplía su repertorio y ahora sus movimientos son los de un súper clase. Desbocado está el bailarín de la zona, Billy Vecino, que anota y danza con la misma facilidad con la que elJose se bebe las cervezas en el tercer tiempo. Gabi Laimbier intimida a los rivales, mas lo hace con sutil delicadeza, se podría decir que casi los convence para que, sin aspavientos, le entreguen mansamente los rebotes. Gloria pura, bocados de eternidad, las evoluciones de nuestro presidente en el campo por el que se mueve como un mariscal pleno de dominio de las posiciones y estrategias en la batalla.
Que sí, joder, que no metemos ni una, pero contado con un pelín de poesía, se lleva mejor.

Breves

El premio Antuan Right de la jornada fue esta vez compartido por varios jugadores, siete en concreto, con mención de honor a uno de ellos que, tal vez, y sólo tal vez, tiró un poco más que los demás. No hay pruebas porque, ya sabemos, los números no son de fiar.

El presidente, preguntado en rueda de prensa, mandó a freír monas a los medios convocados y se fue a tomar una cerveza con elJose (la mejor de su vida, sin duda) y el tío ese de los múltiples tiros.

Hablando de cervezas. Sólo tres miembros tuvieron fuerzas para jugar el quinto cuarto. Aquí si nos desinflamos, señores.

El rincón del fan

Cero. Y este número es totalmente fiable.

lunes, octubre 17, 2011

Primer capítulo de la quinta temporada de MdL


La quinta temporada de MdL (joer, ya parecemos una serie de éxito) estuvo a punto de empezar de forma heroica, pero unos pequeños flecos hicieron que, simplemente, empezara.

Tras una primera parte plena de acierto, llegó la segunda, siempre tiene que haber una segunda, donde la defensa individual, además de los cocidos, tartas y los gintonis de la comida de algunos, se nos atragantó.

Lo que fueron canastas fáciles se convirtieron en agónicos ataques; donde antes reboteábamos con poder y frescura ahora nos veíamos incapaces de levantarnos un palmo del suelo.

Aun así, llegamos al final del partido con el balón de la victoria en nuestras manos. En la rayita de los tires libres para ser exacto. Jorge, con sin par estilo, convirtió el primero contra el tablero. Elegante a más no poder, desde luego. Con su innegable clase lanzó el segundo y cuando todos esperabamos oír el zurriagazo contra la tabla que metiera el balón mansamente en la canasta, horror, la pelotita chocó directamente con el aro para mandarnos a la prórroga. Nuestro gozo en un pozo y el ironman, castigado.

No quedaban muchos efectivos para el tiempo extra. La rodilla de Javi, castigada duramente la noche anterior en la Gata Negra, hizo clac minutos antes. Las cinco faltas mandaron al banquillo mediado el último cuarto al redactor jefe de la hoja (otro castigado).

Con gran coraje los nuestros fueron a la última batalla (eso pensaban ellos) y tuvieron al enemigo acorralado y buscando la retirada. Billy se quedó solo (pero solo-solo) debajo de la canasta a pocos segundos del final cuando el luminoso (la hoja del acta) mostraba un emocionante empate. Billy se levantó con su inigualable gracilidad y…falló, forzando una segunda prórroga con la que nuestros rivales no podían haber soñado.

La familia nos privó de Gabi Laimbier para este acto final y las pocas fuerzas que nos quedaban nos abandonaron para encajar un parcial de 0-10 que puso el encuentro del lado del rival que se fue a la ducha dando saltitos de alegría y dejándonos un poco con cara de idiotas.

Que sí, que es normal que perdamos, pero no así, carajo.

Breves

Se notó la ausencia del alma mater, nuestro querido presidente. Vuelve, por Dios, que esto es un sindios al que sólo tu privilegiada cabeza puede poner orden.

Una cosa buena tuvo el partido: nos rejuveneció. Roberto reconoció en rueda de prensa posterior, y al abrigo de una cerveza, que estaba “cabreado como cuando tenía 15 años”. Y es que la adolescencia es muy dura, se enfada uno por todo.

Para el próximo partido hay algunos deberes que hacer:

  • Jorge, bonico, los tiros libres, al tablero. Si entran así, para qué vas a cambiar.
  • Juan, hermoso, las manitas quietas para defender. Los partidos duran cuarenta minutos. O cincuenta.
  • Billy: sigue así, el próximo día entrará.
  • Javi, engrásate las bisagras, hombre.
Se acordó al finalizar el partido instituir el prestigioso galardón Antuán Raight al más destacado de la jornada. El primer ganador, por su envidiable acierto en el tiro de larga distancia es… él lo sabe. :-)

Se comenta que las camisetas nos están un poco grandes. Será cuestión de preguntarle alJose cómo llenarlas. Para todo hay solución.

Por último, los jugadores macabeos sufrieron una terrible disyuntiva que aún pugnan por resolver. Si nuestra camiseta es naranja por un lado y blanca por otro, ¿en qué cojones lavadora hay que meterla, con la ropa blanca o con la de color? Se esperan respuestas, consejos y trucos.


El rincón del fan

Gran afluencia en las gradas del Daoiz y Velarde, empezando por Nicolás, que fue por primera vez a ver a la banda. Asistió al partido acompañado, como no, por su madre, que no se fía de él todavía para dejarle ir solo en metro.

 Un poquito de hambre de balón no nos vendría mal

Apareció por allí Elena, también con su madre, lo que fastidió un poco la fiesta de Nicolás que pensaba pillar cacho.

Por último llegaron, tarde como su padre, Claudia y Mateo, por supuesto, con madre, que animaron el postpartido con su delicada charla y la tranquilidad de la que siempre hacen gala sentados a la mesa. Dos primores, desde luego. Como su padre. 


Estadísticas

Anotadores: Todos menos uno. Y no miro a nadie.
Expulsados por cinco faltas: el de, casi, siempre.