lunes, abril 16, 2007

Esto es un equipo

Por Gustavo Higueruela

Sí señores. Esto es un equipo. Para finalizar la primera temporada de Macabi de Levantar, se celebró una comida de confraternización entre todos (o casi todos, que hubo ausencias dignas de colleja) los miembros del equipo. Juan Carlos, Roger, Juan Vivar, Juan Pelegrín, Fernando, Manuel, Frankie, Javier, Carlos y Gustavo acudieron como un clavo al partido más importante de la temporada. Y es que ya se sabe, donde se ve a los hombres es en la mesa, no con un balón de baloncesto en las manos…

Primera parada: La Casa de las Patatas. Este bar, que se ha convertido en sede social del equipo, sirvió de arranque de la jornada gastronómica. Cervezas, cañas, patatas bravas, cervezas por el suelo (Juan Carlos llegó con fuerza a la reunión), etc. Tras el calentamiento, los macabeos se pusieron en camino hacia la prometida comida, preparada con esmero por el presidente Carlos, que en una de sus múltiples escapadas para llenar el buche había descubierto un sitio “bueno, bonito y barato”. Y no se equivocó.

Lo que pasó después fue digno de la celebración de un título (sí, Juan, el del la ULEB, por ejemplo). Frankie, que estaba súper motivado, como suele suceder en la cancha de juego, se erigió en maestro de ceremonias, y tras la visita de un viejo amigo llegado de Marruecos, la fiesta se convirtió en una orgía (sin mujeres, lástima) de vino, comida, brindis y risas, muchas risas.

¿He mencionado que brindamos unas, sin exagerar, diez veces? Sí, Frankie quiso brindar por todo, por la gran temporada de Macabi, por los nuevos amigos que hemos hecho, por la próxima temporada, por los chavales fundadores del equipo, por la próxima temporada, por…. También se otorgaron los galardones del año: MVP para Juan Pelegrín, jugador con más capacidad de mejora, Manuel, etc.

Mientras, se iban consumiendo cervezas, botellas de vino, y por supuesto, la comida desaparecía de la mesa como por arte de magia. Los macabeos se unieron como una piña para ganar por goleada, y a fe que lo consiguieron.

Para terminar, una café, jejejejeje. Más bien, una buena ronda de batidos y helados varios, dignos de campeones. Y así terminó la tarde de confraternización macabea. Al final, en plan locura etílica, los jugadores de Macabi se pusieron de acuerdo para que la próxima temporada sea, al menos, tan buena como la pasada. Ganar no ganaremos, pero ya nos hemos hecho amigos, que vale más que ganar todos los partidos del mundo.

PD: Estoy a la espera de recibir las fotos de tan importante evento. En cuanto las tenga, estarán en este blog.

jueves, abril 12, 2007

Bajada de torrijas antes de la comilona del sábado

La mayoría de jugadores de Macabi, tras el merecido descanso de la Semana Santa, volvieron a juntarse ayer para jugar un partidillo al aire libre. Hasta siete miembros macabeos (Roger, Constantino, Juan Vivar, Juan Pelegrín, Carlos, Frankie, y Gus) acudieron las pistas del Barrio del Pilar para mover un poco el cuerpo tras los excesos vacacionales, justo antes de la comida del próximo sábado, que despedirá la primera temporada del equipo.

La tarde amenazaba lluvia. De hecho, al rato de llegar a las pistas, el cielo empezaba a estar tan negro que Juan Pelegrín comentó que parecía la entrada al infierno. De hecho, las torres de la que otrora fuera Ciudad Deportiva del Real Madrid, parecían sucumbir ante un firmamento tormentoso. Pero la sangre no llegó al río, y hasta las nueve y media, pudieron entrenar los macabeos sin que cayera ni una gota.

Como es sabido, estos partidos son, cuando menos, de lo más variopinto. Gentes de todas las razas y maneras, unos mejores, otros peores, y entre ellos, los macabeos que buscaban su sitio en la cancha. Lo mejor, poder volver a correr un rato y bajar el exceso de torrijas. Lo peor, que la liga se haya acabado y tengamos que esperar hasta octubre para poder competir de nuevo.

Mientras, y para hacer más corta la espera, el sábado habrá comida de confraternización. Es de esperar que los macabeos ganen ese partido sin dificultades, vista la capacidad mostrada en la anterior ocasión ante aquellas deliciosas croquetas que tan buenos recuerdos nos traen a todos.