Ni me apetece ni creo que haya mucho que contar. MdL perdió su quinto partido de liga ante los líderes con cinco jugadores sobre la cancha. Cuatro jugadores activos y Carlos, que jugó pese a estar recuperándose de una lesión de gravedad. Si no hubiera jugado, nos hubieran descalificado. Así que creo que es de justicia darle gracias por el esfuerzo y, de paso, a los otros cuatro jugadores que no tuvieron otra mejor cosa que hacer el sábado por la tarde que ir a dejarse los higadillos a una cancha de baloncesto, de una triste liga local, y de paso, ir ganando el partido al descanso a un rival que no sabía como meter mano a un equipo de señores mayores que demostraron tener primero compromiso, y segundo, unos huevos hasta el suelo.
Porque hace falta tener pelotas para aguantar a un equipo como el del sábado medio partido, ganarles a base de buen juego, y cuando mirabas al banquillo para pedir el cambio, porque el oxígeno no te llegaba al cerebro, no había nadie. Porque hace falta tener pelotas para ver como un tío que no puede jugar en toda la temporada, se vistió de corto, no encontró excusitas baratas para no ir, y a riesgo de quedarse cojo para más meses, volvió a demostrar su incondicional compromiso con un equipo de amigos.
Creo que no es la hora de los reproches, que evidentemente, como somos humanos, hay y muchos. Al igual que razones de peso para no ir a jugar un partido, eso lo entiendo. Pero yo ya me he cansado de hacer de niñera, avisado queda, a partir de ahora, el que quiera ir a jugar, que vaya, que desmuestre su compromiso, y el que no, pues nada, él se lo pierde. Ya tendremos tiempo la temporada que viene de replantear que pasará con MdL en el futuro, que desde luego, no será lo que ha sido hasta este momento. Me temo que esto le dará igual a más de a uno. A mi, y a otros, no nos da igual. Lo demostramos el sábado, y lo demostraremos, esta vez con más gente sobre la cancha, el sábado que viene. E insisto, el que no quiera venir, él se lo pierde.
Sin alargar más el rollo. El partido volvió a demostrar que Javi es un crack, con todas las letras. Los rivales no sabían que hacer para parar un vendaval de baloncesto de un tío que es capaz de partidazos como el del sábado. Los que allí estuvimos, lo vimos.
El resto del equipo, espléndido. Ángel dirigió al equipo magistralmente, Carlos Vecino se peleó con su sombra en la zona, y Carlos, cojo perdido, anotó cuatro puntos para desesperar a los rivales. Yo bastante tuve con no molestar mucho, y ocultar el cabreo que llevaba por ver como MdL se quedaba en la mínima expresión en cuanto a número.
Para acabar, pedir que el sábado, al menos, seamos seis jugadores. Los del sábado, estaremos. Como siempre.
Resultado: 34-56
Anotadores: Javi 17, Angel 6, Carlos Vecino 4, Carlos Cobo 4, y Gus 3.
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