lunes, marzo 12, 2007

El triunfo del perdedor


Por Gustavo Higueruela


Inasequibles al desaliento. Así se mostraron todos y cada uno de los componentes de Macabi en el partido ante J.T., pese a la derrota final por 34-56. Hasta nueve componentes del equipo, más el lesionado Javier, intentaron plantar cara a un equipo evidentemente mejor. La pena es que los partidos se dividen en cuatro cuartos, y como casi siempre, los jugadores macabeos flojearon bastante en dos de ellos, y el partido acabó en derrota sobre la cancha. El rato de las cañas fue otro cantar…

De flojo, cuando menos, se puede calificar el inicio del partido por parte del equipo rojo (llamado en varias ocasiones comunista revolucionario por el legendario ya árbitro cegato, que parecía compartir los caldeados ánimos de la manifestación que por la tarde se celebró en Madrid). Ya sea por estas bonitas palabras del colegiado, con el que por cierto, los partidos duran la mitad que con otros, o porque J.T. empezaba el partido de forma fulgurante, el primer cuarto se convirtió en un desastre para los macabeos. Parcial de 18-6 en contra, y todo empezaba a parecerse a los peores momentos ligueros de Macabi.

Por similares derroteros transcurrió el segundo cuarto, aunque una ligera mejoría de los macabeos impidió a los azules de J.T. irse al descanso con una ventaja inasequible para los intereses de MdL. Con 15-29 en el marcador se acababa la primera parte del partido, mientras que el árbitro seguía haciendo comentarios fuera de tono sobre comunistas, manifestaciones para crispar, y demás motivos completamente extemporáneos en una liga local de baloncesto. Más de uno no daba crédito de lo que oía, entre ellos el que esto escribe, porque parecía que la visión de rojos y azules traían al recuerdo del trencilla tiempos muy tristes gracias al cielo ya pasados.

Sin embargo, ni Macabi ni J.T. se empaparon de las paranoias y desplegaron su juego sin ningún tipo de crispación ni violencia. De hecho, los macabeos salieron enchufados en el tercer cuarto, y gracias al acierto anotador de Juan Pelegrín, con doce puntos en el cuarto, consiguieron en diez minutos los mismos puntos que en toda la primera parte. Con 30-41 se llegó al final de un buen cuarto para los macabeos, que sin embargo, estaban a puntos de darse una castaña de las buenas en el cuarto definitivo.

Si el primero fue malo, el último cuarto fue penoso. Cuatro puntos anotados, y una capacidad anotadora apabullante de sus rivales, acabaron con cualquier posibilidad de los macabeos, que una vez lo intentaron, pero se quedaron en el camino. Eso sí, dando la cara y mostrando mejorías que auguran una próxima temporada muy prometedora. Y si no ganamos, al menos, nos lo pasaremos muy bien.

ANOTADORES

Juan P. (12), Frankie (9), Constantino (6), Antonio (3), Manuel (2), Carlos (2), Fernando, Gustavo y Roger. Ánimos desde el banquillo: Javier. El acta refleja dos puntos y una falta de Juan Carlos, que a la hora del partido estaba a 10 kilómetros del pabellón. ¿¿?? A la calle por cinco faltas, Antonio, un nuevo violento.

MILENIO CUATRO: “ENCONTRAMOS AL FANTASMA DE MDL”
Por fin apareció el fantasma del equipo y no era quién todos pensábamos. Percibíamos una cierta presencia paranormal, que vagaba por la cancha gimiendo y suplicando la redención de su castigo, pero nos faltaba descubrir la identidad del fantasma. En el partido de ayer, por fin, se manifestó a través de una canasta de dos puntos y de una falta personal que, la verdad, no sabemos cómo pudo ver el árbitro recientemente premiado con el "Topo de oro" al colegiado más cegato. ¿Si no ve las de los mortales cómo demonios se las arregló para ver la falta de un espíritu errante? El caso es que sin la ayuda de Iker Jiménez (no confundir con Casillas, otro caso paranormal), hemos averiguado que Juan Carlos, nuestro número 15, está en los partidos sin estar (eso nos pasa a muchos). Juan Carlos, tío, anímate y vente a jugar, que nos mosquea mogollón que te pongan puntos sin sudar. Nota de la redacción: Se rumorea que el fantasma flojeó en defensa.

Más sucesos extraños ocurrieron en el pabellón de los macabeos. Se está intentando contactar con el doctor Jiménez del Oso en el más allá para que explique, si puede, las razones que llevaron a Carlos a sacudirle un codazo en los piños a Juan. Hubo quienes lo explicaron por la promiscuidad lanzadora del jugador agredido, que lo mismo le da de dos o de tres, de frente o del revés, que se tira todo balón que cae en sus zarpas. El capitan-entrenador-presidente-animador,
harto de la situación, decidió darle un toque de atención… en los mismos dientes. La táctica surtió efecto y Juan, ya fuera por la visión doble o porque los movimientos de sus piezas dentales le mantuvieron ocupado, no volvió a tirar en lo que quedaba de partido. Carlos, contento con el resultado, declaró off the record, a la salida , que se iba a pensar meterle "una paliza a dos o tres, para que así se reparta un poco más el juego del equipo".

EL PEQUEÑO RINCÓN DEL FAN
Abandonados. Así nos sentimos el sábado en el pabellón los guerreros macabeos. Sólo Jenny, fan incombustible, nos acompañó. El reportero del día, Manuel, no dejó constancia de su presencia.

EN LAS CAÑAS SÍ GANAMOS

Hasta hora y media estuvieron los macabeos tomando cañas y tapitas tras el partido. A la hora de beber cervezas, coca colas light, y de comer los pinchos del Gambrinus, no hay rival. El triunfo del perdedor se demuestra a la hora de hacer equipo, aunque algunos se borraron por diferentes razones. El próximo día, pagaran las rondas por no quedarse a echarse unas risas y a fomentar el buen rollo que hay en el quipo.

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