domingo, febrero 18, 2007

De contraataques y posesiones diabólicas

Por Juan Pelegrín

Macabi de Levantar no consiguió prolongar su racha de victorias y cayó frente a La Revuelta, segundos del grupo, que con su "run & gun" desarbolaron sin problemas la defensa macabea, a la que le endosaron la mayor anotación de la temporada. Durante el partido el diablo se hizo presente.

MdL no consiguió prolongar su racha de victorias y cayó frente a La Revuelta, segundos del grupo, que con su "run & gun" desarbolaron sin problemas la defensa macabea, a la que le endosaron la mayor anotación de la temporada.

A veces, el excesivo deseo por lograr los objetivos entorpece la capacidad de análisis y termina por desbaratar hasta el mayor de los empeños. Algo así le pasó a Macabi, que tenía mucha ilusión puesta en este partido y de él, al final, sólo se llevó dos cosas: la mayor cantidad de puntos recibidos y también, curiosamente, su mayor anotación de la temporada.

El rival, hay que reconocerlo, nos pasó por encima desde el principio. La ventaja en el primer cuarto no era muy grande, pero ya se intuía que este equipo de La Revuelta era muy superior, en número para empezar, al del partido de ida. En el segundo cuarto la diferencia se amplió hasta los 15 puntos y en el tercero se produjo la reacción de MdL hasta que llegó el apagón.

Justo cuando el equipo rojillo se acercó a menos de 10 puntos empezaron a ocurrir hechos paranormales que nos hicieron candidatos a la portada de “El Caso” (o de “Así son las cosas”) a la vez que nos inutilizaron para la práctica de baloncesto. En primer lugar, la niña del exorcista se apoderó del alma de Gus, entrando en ella a través de la rodilla de un jugador contrario que tropezó con violencia con el pecho de nuestro bonachón jefe de prensa. Había que verlo levantándose como una fiera en busca del 7 contrario. Seis compañeros, un conserje, dos tíos del partido de al lado y una señora con tacones que pasaba por allí fueron necesarios para aplacar su ira y evitar un crimen que habría acabado con MdL al completo en la comisaría.

Pocos minutos después Roger se transformó en un frío pistolero del Chicago de la ley seca para amenazar al oído, por lo "bajini", al número 12 naranja. Se montó otra tangana, ésta mucho menor, que terminó con los nervios de los macabeos y también con el partido.

Aparte de estas posesiones diabólicas, es necesario destacar que una de las claves del partido fue el contraataque (el suyo, obviamente). Este redactor no llevó la cuenta, bastante tenía con llevarse él mismo de un lado a otro de la pista, pero debieron ser cerca de 30 los puntos que La Revuelta hizo corriendo. Esto de la vuelta a la defensa deberíamos de trabajarlo un poco más o las croquetas de cabrales terminarán convirtiéndose en una leyenda.

ANOTADORES Y FICHA TÉCNICA

Carlos, Constantino (16), Frankie (14) Gus (3) Juan Carlos, Juan Pelegrín (11) Manuel y Roger (4). Ánimo contante vestido de calle: Javier. Premio honorífico “Más ciego que un topo”: El árbitro y su mesa.

GUSTAVO: “¡¡¡¡AL ATAQUE!!!!

Los periodistas se agolpaban en la puerta de los vestuarios de MdL con la intención de obtener las primeras declaraciones de Gustavo, uno de los protagonistas del partido. En un primer momento, el pívot rojo, ofuscado por la tensión, sólo pudo rememorar el episodio: "¡¡¡Al ataque!!!". Por fortuna, se olvidó de las lindezas que le dedicó al 7 de los rivales.

MdL quiso anunciar por boca de uno de sus portavoces (que no quiso darse a conocer para evitar represalias), que este número 7 ha sido incluido en el "Hall of fame" del equipo, donde compartirá lugar de honor con el 15 de otro rival que también se ha ganado nuestro cariño
y simpatía.

En rueda de prensa más formal, los miembros de Macabi hicieron autocrítica poniendo a parir al árbitro, a los rivales y a la iluminación del pabellón, "puesta con la intención de destruir nuestro juego interior". Diez o doce cervezas después se oyó en una esquina del bar algo como: "La verdad es que hemos jugado como el culo". Tras un segundo de incertidumbre se pidió otra ronda para todos y el comentario se fue ahogando en los encantos de la dama rubia que nos acompaña al final de cada partido.

EL RINCÓN DEL FAN


El anuncio de la victoria arrastró a las gradas del pabellón al mayor número de seguidores de la temporada, algunos de ellos primerizos. Empecemos por ellos. Toño apareció con sus hijos, Ismael y Óscar, que bajaron tras el partido a meter las canastas que otros no consiguieron. Vino Guillermo, un amigo de La Pulga. La número uno de las fans fue acompañada esta vez por un séquito compuesto por dos Anas (su madre y su abuela) y su tía Rocío, que aunque se levantó tarde, cedió a la tentación de ver a su esposo correteando en paños menores. Cristina ejerció de reportera gráfica y María del Mar se entretuvo con Pedro, que esta vez no parecía recién llegado de las calles más sórdidas de San Francisco.

1 comentario:

envidin dijo...

Me haré el loco con lo de San Francisco y sólo te diré una cosa...
Go West!