Por Gus
La verdad es que es complicado escribir esta crónica del primer partido de liga de MdL. Y digo difícil porque intentar hacerlo con algo de gracia después de todo lo que pasó, pues es prácticamente imposible. Para ello, empezaré con los datos. Volvimos a perder, cosa que ya casi no es noticia. 26-46 para la estadística. Quizás ya estamos acostumbrados a que nos pasen estas cosas, que perdamos, pero luego nos tomamos unas cañas (coca colas light algunos, en fin) y las penas se pasan. Pero, esta vez, los astros (nótese la segunda intención) se pusieron en nuestra contra y después de perder, tuvimos que suspender el post partido. Paso a dar explicaciones.
Toda la semana estuvimos con la mosca detrás de la oreja. Sabíamos que nuestros rivales eran unos jovenzuelos que, seguramente, corrían como diablos. Y vaya que lo hacían. Sin piedad, desde el primer momento, corrieron como si lo hicieran delante de los grises. Y para más inri, nos defendieron en individual. Nos ahogaron cosa fina, pero aún así, contra todo pronóstico, acabamos el primer cuarto por delante.
Poco a poco nos fuimos agobiando (o quizás ahogando) ante tanta impetuosidad de nuestros vivarachos rivales. No es que fueran grandes jugadores, es que alguno de nosotros (y no quiero mirar a nadie, verdad Fer) podíamos ser perfectamente padres de alguno de ellos. Les dimos mamporros, les mandamos a la línea de tiros libres, y desde ahí, empezaron a ponerse por delante en el marcador. Con 13-17 llegábamos al descanso. Y nunca mejor dicho, porque los chavales nos tenían con la lengua fuera y la cabeza loca de tanto correr y no estarse quietos.
Llegó el funesto tercer cuarto. Es sabido que MdL siempre tiene (al menos) un cuarto para olvidar. Pero nunca pensamos que llegaría de esta manera. Tres puntos, anotados por Juan Pelegrín, y cuando el partido se convertía en un correcalles, una de las peores noticias desde que MdL existe como equipo de amigos (la otra fue la lesión de Javi, felizmente recuperado y jugando como un campeón), nuestro líder en la cancha, temido por muchos (rivales) y querido por todos (nosotros), caía lesionado tras pisar a un rival. Los gestos de dolor, y los inevitables gritos, no dejaban lugar a la duda.
A partir de ahí, se acabó el partido. Para el que esto escribe se ha lesionado un compañero, pero además, un líder dentro de la cancha, que de verdad juega y hace jugar, y lleva el buen rollo por bandera en MdL. Y lo que es más importante, un amigo de esos que se encuentran pocas veces (aunque a veces las tengamos tiesas con su consabido antimadridismo). Creo que hablo por todos cuando digo, con el permiso del sheriff Carlos, el grito de guerra rojillo: ¡Juan, no te hundas! (no te vamos a dejar, te queremos pronto metiendo triples y dando palos a Jorge en los entrenamientos).
PD: Por cierto. Como él mismo he dicho en un correo, será difícil que alguien mejore esta temporada sus números. 75 por ciento de acierto en tiros de campo, con dos de dos en triples. Desde ya, le nombro MVP de la temporada. Pero una cosa no te perdonamos, que nos fastidiaras las cañas del final. Nos debes una ronda. O dos.
FICHA TÉCNICA: Juan (8), Constantino (6), Carlos Vecino (5), Javier (4), Carlos (2), Jorge (1), Fer y Gus (ambos, dos mojones, pero somos buenos chicos).
CASTIGOS DE LA SEMANA
Dos de los tres ausentes (bueno, cuatro, que Frankie estaba de picos pardos celebrando por ahí la buena vida que le está por llegar en tierras gaditanas, perraca...) al partido, Manuel y Fran Expósito, tiene excusa. El primero aduce que se cortó una mano pelando patatas. No tenía otra cosa mejor que pelar... De todas maneras, y aunque esperamos parte médico, queda disculpado a medias. La directiva le castiga a pagar una ronda sin discusión, pagadera el próximo domingo (si faltas, la sanción se multiplicará geométricamente, que lo sepas).
Con respecto a Fran Expósito se tienen informaciones de un problema estomacal (conocido por cagalera maligna causada por el miedo al debut). Por ello, y porque no queremos demostraciones físicas de tal mal, queda castigado a la misma pena que Manuel. Una ronda, y no hay más que hablar.
Y por último, Juan Carlos... Sólo digo una cosa. Se está rifando una cena pagadera por el único tipo capaz de inventarse que vienen sus suegros de visita (desde Santander) por sorpresa. No habrá segunda oportunidad...
Ahora que Juan está con la pata en alto, os pedimos que por dios, por Alá, o por Don Santiago Bernabéu, no faltéis en la medida de lo posible a los partidos. Os lo pedimos a todos, a los once sanos (los perjudicados habituales estamos incluidos).
Por cierto, que no se me olvide. La desgracia sufrida por Juan no exime a Fernando y Constantino de tirarse el rollo y pagarse algo por sus recientes cumpleaños. El domingo llevad 20 euros por cabeza, majetes, que aquí no se pasa una...
2 comentarios:
¡No te dije que no quería nada lacrimógeno! Cagonlaleche, que no quiero un equipo de tíos sensibles...
Me parece a mí que, de pagarse todas las rondas pertinentes, el domingo dejamos de ser sensibles para ser cuadrúpedos sensibles.
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