martes, octubre 25, 2011

Los números engañan

Los números son una ilusión, un concepto abstracto que, de tanto usarlo, se nos ha vuelto real. Pero no, no os engañéis. Bien utilizados, los números pueden decir lo que nosotros queramos. Podemos retorcerlos, doblegarlos y utilizarlos a nuestra voluntad. Por eso, porque son una ilusión interesada, aunque el marcador dijera el pasado sábado que perdimos 46-10 en realidad, todos los que allí estuvimos lo sabemos, les pegamos una paliza de muerte.


Hechos, no números. Jugamos mucho mejor. Por momentos el mejor baloncesto de MdL. Movimiento rápido y fluido de balón, facilidad para llegar a buenas posiciones y, con frecuencia, desbordamiento clamoroso de la defensa rival. No, luego la pelotita se negó una y otra vez a entrar. La pelota, me temo, debe de ser un número.

Dicen los números, tramposos, que no metimos nuestro primer punto, de tiro libre, hasta el minuto ocho del segundo cuarto. Minucias. ¿Qué son dieciocho minutos sin una canasta comparados con la inmensidad del océano temporal en el que se mueve la humanidad? ¿De verdad le puede preocupar a alguien pasar un mísero cuartito de hora sin anotar? ¿Alguien que viera la maravillosa exhibición de juego podía estar atento a si la pelota, un número al fin y al cabo, recuerden, pasaba por el aro?

Dicen los números que hubo un tío que tiró unas doscientas cincuenta veces y que metió su primera canasta en juego, antes sólo tiros libres, cuando el tiempo, más números, ya llegaba a su fin. Nada de eso tiene importancia para quien tuviera el privilegio de ver la entrega de ese enorme jugador que, sin desmayo, como los más grandes, no dejó jamás de intentarlo. Bueno, hasta que sus compañeros empezaron a mirarle mal.

150 kilos de peso. Otra ilusión. La gracilidad con la que elJose se mueve por el campo, la pasmosa facilidad con la que culmina sus contraataques y apisona a los contrarios hablan de un jugador liviano, casi etéreo, en un estado de forma sobrenatural. Sin duda el periplo yankee de nuestro bastión en la zona le ha sentado más que bien.
Nuestro gallego salvaje, Manuel, amplía su repertorio y ahora sus movimientos son los de un súper clase. Desbocado está el bailarín de la zona, Billy Vecino, que anota y danza con la misma facilidad con la que elJose se bebe las cervezas en el tercer tiempo. Gabi Laimbier intimida a los rivales, mas lo hace con sutil delicadeza, se podría decir que casi los convence para que, sin aspavientos, le entreguen mansamente los rebotes. Gloria pura, bocados de eternidad, las evoluciones de nuestro presidente en el campo por el que se mueve como un mariscal pleno de dominio de las posiciones y estrategias en la batalla.
Que sí, joder, que no metemos ni una, pero contado con un pelín de poesía, se lleva mejor.

Breves

El premio Antuan Right de la jornada fue esta vez compartido por varios jugadores, siete en concreto, con mención de honor a uno de ellos que, tal vez, y sólo tal vez, tiró un poco más que los demás. No hay pruebas porque, ya sabemos, los números no son de fiar.

El presidente, preguntado en rueda de prensa, mandó a freír monas a los medios convocados y se fue a tomar una cerveza con elJose (la mejor de su vida, sin duda) y el tío ese de los múltiples tiros.

Hablando de cervezas. Sólo tres miembros tuvieron fuerzas para jugar el quinto cuarto. Aquí si nos desinflamos, señores.

El rincón del fan

Cero. Y este número es totalmente fiable.

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