Cuando MdL está terminando su pretemporada, cosa que siempre
nos pilla con la temporada empezada, nos tocó escalar uno de los muchos ocho
miles que nos reserva el calendario de este grupo lleno de niñatos que corren
que se las pelan. Estos, además, juegan razonablemente bien al baloncesto.
Aun así, como acostumbran, los macabeos se crecieron ante
las dificultades y jugaron un gran baloncesto con el que no se quedaron tirados
a mitad de la ascensión a esa gigantesca montaña que proponía la jornada. El oxígeno
llegó hasta donde llegó, más o menos hasta el final del tercer cuarto, y hasta
ahí se vio un juego fluido, lleno de imaginación, sabiduría y poder, que son
las armas habituales de este grupo de esforzados guerreros del basket.
Ángel y Roberto, los dos con su evidente clase, pusieron la
cabeza y la elegancia en el partido con su acertada dirección. Ambos movieron
las piezas con delicadeza para procurar siempre los mejores movimientos. Magníficos
fueron los contraataques lanzados por la pareja, impensables al enfrentarnos a
nos rivales en extremo veloces. Pero a esto, como dice el gran Germán Gabriel,
se juega con la cabeza, no con los pies. Y de cabeza, la verdad, vamos
sobrados.
No diga lucha, diga “Gaby Laimbeer”. Haciendo honor al nombre
de su camiseta, Gaby se hizo un coloso bajo los aros y puso firmes a los
jovenzuelos con su enorme hambre de rebotes. Los delgaduchos y altaricones
pivots rivales soñarán con él durante algunas semanas. A nosotros, por suerte,
ya se nos ha olvidado el mate a dos manos que nos clavaron.
Gustavo y Manuel, más el segundo, fueron un prodigio de
economía de cara al aro. Entre los dos sumaron uno o dos tiros de campo porque
su mayestática solidaridad y superlativa visión de juego les hicieron buscar
siempre la mejor opción para que el tikitaka de MdL siguiera fluyendo.
Esa mejor opción muchas veces era Billy Charlie Elliot,
siempre bien colocado bajo la canasta para enchufar su ganchito de izquierdas.
Sólo ligerísimos detalles que, seguro, serán ajustados en las próximas semanas,
le impidieron irse a la caseta con una gran cantidad de puntos en su saca. Su
juego de pies es un placer siempre y cuando a uno no le importe demasiado el
resultado que es una cosa bastante vulgar.
El presidente y su rodilla biónica volvieron a la pista de
juego para deleitarnos con su saber estar y con una de las canastas de la
semana. Carlos penetró en la zona sin saber dónde se metía, dio dos potentísimos
pasos que lo dejaron a unos metros del aro, se dio la vuelta y resolvió la duda
entre comerse la pelota y tirarse una mandarina indecente metiendo un canastón
de época. Sin duda, el momento del partido. Bastaba con ver la cara de
incredulidad del protagonista de la jugada.
La máquina se va engrasando y sólo queda pulir algunos
detalles para que las victorias lleguen en cascada.
MdL en breve
Aparte del gran juego exhibido se comentó en los corrillos
postpartido la pequeña trifulca entre miembros de MdL y uno que va por libre.
Al parecer, y sólo al parecer, algunos jugadores sugirieron al que va por libre
que tal vez su uso del balón sea abusivo.
Para desmentir los rumores y aportar su versión, el que va
por libre compareció en rueda de prensa y dio la sorpresa de la jornada al
anunciar su inminente marcha de MdL: “No me siento valorado aquí, veo que me
faltan minutos y balones para poder expresarme”. La incredulidad de los medios
hizo que esta noticia necesitara más explicaciones: “No hay –continuó- ni
siquiera una jugada para mí más allá de la cuatro*, que ya se conocen todos los
rivales y es completamente inservible”. Los periodistas, con su sagacidad
habitual, se olieron que aquí había gato encerrado y no pararon hasta encontrar
las verdaderas razones de estas sorprendentes declaraciones: “Sí, es cierto. Me
han llamado de Estudiantes. Necesitan anotación (por un tubo) y yo (o cualquier
otro, la verdad) puedo ser su hombre. Me voy”.
Durante el último cuarto, jugado en una agradable terraza,
se acordó cerrar la cena de navidad en el mítico local Casa Hortensia, templo
de la fabada nocturna, la tortilla de dos pisos, el queso de cabrales y el
chuletón de dos kilos.
Con alevosía y nocturnidad el que va por libre convocó otra
rueda de prensa urgente para recular: “Sé que aquí me quieren y este es mi
sitio. Los colores que siento, más ahora que la camiseta es tan grande, son los
de MdL. Me quedo”. Nuevamente los periodistas se quedaron con la mosca detrás
de la oreja y tiraron de la lengua al arrepentido jugador: “Sí, la vuelta a
Casa Hortensia ha tenido algo que ver. Sé que en Estudiantes no pasan del VIPS
y comprenderán ustedes que no es lo mismo”.
Apunte histórico
estadístico
Durante el partido un jugador de MdL batió el récord histórico
de anotación individual con 28 puntacos. A pesar de llevarse a casa el balón
firmado el jugador apuntó que “esto es una ful si no ganamos” mientras el
resto del equipo se manifestaba con pancartas, pitos y tambores reclamando un
mayor reparto del balón.
Gustavo se tomó el jueves, al terminar el entrenamiento, ¡dos JARRAS GRANDES de cerveza con limón! Brutal, la verdad.
Apunte histórico cervecero
Gustavo se tomó el jueves, al terminar el entrenamiento, ¡dos JARRAS GRANDES de cerveza con limón! Brutal, la verdad.
Apunte de público
Poco e impaciente. Apareció la novia de Roberto con una
amiga. Desaparecieron al terminar el segundo cuarto.
* "La cuatro" es una mítica jugada de MdL que se resume en "dame la pelota que ya veré yo cómo me tiro una castaña como sea". Esta jugada ha tenido, históricamente, dos intérpretes de leyenda. Uno es griego y ya no juega en el equipo y el otro sigue practicándola cada vez que le dejan.
* "La cuatro" es una mítica jugada de MdL que se resume en "dame la pelota que ya veré yo cómo me tiro una castaña como sea". Esta jugada ha tenido, históricamente, dos intérpretes de leyenda. Uno es griego y ya no juega en el equipo y el otro sigue practicándola cada vez que le dejan.