Por Juan
A pesar del tremendo espectáculo que proporcionaron, los chicos de MdL perdieron su segundo partido de la temporada. La gran defensa y el extraordinario ataque no fueron suficientes para poder con el complot urdido contra el equipo.Los aficionados (ausentes) corearon el nombre de Javier entusiasmados tras su impresionante eslalon "coast to coast". El astro cogió un rebote estratosférico en su propiacanasta y arrancó a correr botando con inigualable estilo felino. Uno, dos, tres, cuatro, cinco, seis, siete, hasta once rivales dribló antes de, en un ejemplo de inaudita generosidad, asistió al león de la temporada, Fernando, para que machacara el aro contrario. Todo el pabellón se puso en pie para ovacionar a Javier, cuyo baile es ya parte de la historia de MdL.
El resto del partido casi careció de importancia. Lo grande de verdad estaba hecho y el resultado, no nos engañemos, es una minucia comparado con la felicidad que proporcionó Javier en unos pocos segundos de intensa belleza. Tan poco importó, que Frankie, cuando supo el tanteo final, exclamó sorprendido: "¡Ostia, si yo creía que nos estaban metiendo de ochenta!". Esto es jugar mirando sólo al espectáculo y no a los grises números. MdL, pues, volvió a dejar un ejemplo extraordinario de cómo se debe afrontar un partido.
Por el camino, y siempre buscando el preciosismo, hicimos de todo. El uno contra cinco lo bordamos. Digna de ver fue la valentía de los rojillos penetrando como flechas en solitario contra toda la fornida defensa de Castañazo. Salió pocas veces, tal vez ninguna, pero la hermosura del empeño siempre hacía que mereciera la pena.
Hubo algunas quejas sobre la falta de visión del árbitro, que se traducían en largas charlas con el colegiado en la que se le intentaba hacer ver (bonita paradoja) la urgencia de visitar a un oculista. Lo de menos fueron las canastas que se recibieron mientras se impartían los consejos. Lo que importa de verdad es la calidad humana y no dos (o veinte) puntos más o menos. Por todo ello, MdL recibió al finalizar el partido el premio Sor Teresa de Calcuta a la defensa más amorosa. La plantilla lo recibió fundiéndose en un dulce abrazo mientras los de Castañazo, con el partido terminado y todo, aprovecharon para meter algunas canastas más.
METEMOS MENOS QUE LOS ROPPERConstantino (3), Fernando (4), Frankie (2), Gus, Javier (2), Jorge (4), Juan P. (10), Manuel (2), Roger. Carlos dirigió desde el banquillo hecho un guarro. O sea, en chandal, como un cualquiera.
CARLOS: “NO ME SALE DE LAS NARICES VENIR DE ARMANI”La lesión de Carlos le tiene relegado a las tareas de dirección del equipo, y aunque él no quiere ni oír hablar del partido homenaje, el equipo cada vez tiene más asumido que su papel esta temporada va a ser el de entrenador. Y ya que lo hace, la plantilla piensa que debe ocupar el cargo con algo más de estilo, un poco a imagen de Sergio Scariolo o del gran Pat Riley. No me digan, queridos lectores, que no molaríamos más con un entrenador trajeado y engominado, con sus zapatos italianos y su perfume de Prada. Pues no. El silvestre de Carlos se niega a vestirse como una persona decente e incluso ha declarado que se niega a volver a hacer declaraciones mientras la plantilla no desista en su empeño. Los estilistas del equipo, por si cambia de idea, ya le están preparando un fondo de armario adecuado para el presente curso baloncestístico.
EL RINCÓN DEL FANNo tenemos fans.
Es la dura realidad y hay que asumirla. La excelentísima Junta Directiva ha emitido una nota en la que hace pública su sorpresa ante la desbandada de los aficionados. En la nota, la Junta se pregunta por los motivos que han podido motivar esa deserción sin llegar a encontrar una respuesta, dado el, según la nota, sensacional nivel del equipo en este inicio de
temporada. Se anuncia, a su vez, la convocatoria de un concurso de ideas para erigir el monumento al fan desconocido, para que, al menos, haya algo en las gradas en los próximos encuentros.
LA CÁMARA ESPÍA Enviamos un fotógrafo a espiar el partido de la ACB que se disputó en el Timofónica Arena y le pedimos que nos trajera las pruebas de que no somos, ni de lejos, tan malos como puede parecer. El tío, un retratista estupendo, se esmeró y logró el objetivo. se puede apreciar con claridad, a la vista de las estampas, que la capacidad de salto de Manuel, por ejemplo, no tiene nada que envidiarle a la de Rudy Fernández o Moiso. El staff técnico de MdL no quiso seguir viendo fotos. Con estas se dio por satisfecho y confirmó que nuestro potencial, como ya sabíamos, es ilimitado.