Por ello, se decidió jugar un dos para dos, y el jugador sobrante, a tirar en la otra canasta. Juan Pelegrín se lo tomó muy en serio, e incluso cuando perdía, se encabezonó en seguir jugando. No descansó nunca, y así acabó, con la lengua fuera y jugando otros 45 minutos tras acabar el entreno de Macabi, junto a Roger y otros cinco chavales que rondaban los 40 años.
Manuel, que estrenaba entrenamiento desde hacía muchos días, se mostró incisivo, hasta que Gus le colocó ¡¡¡¡¡¡¡¡3 tapones!!!!!!! y se le bajaron los humos. Para dejar las cosas algo más igualadas, el jugador gallego colocó un gorrito postrero al talaverano, que francamente, se lo dejó fácil para que el bravo pívot melenudo no se fuera a casa con esa humillación encima. Gus se lo pasó muy bien chocando una y otra vez contra Manuel, y al final del partido comentó que aunque no sentía las piernas, estaba muy contento porque se había encontrado muy suelto en ataque y relativamente bien en defensa.
Alberto se hartó a meter canastas, dentro y fuera, fuera y dentro, cortando la zona y bregando ante los rivales. Es de agradecer que a partir de enero, el pívot aragonés contará con más dificultades en los entrenamientos, ya que Manuel podrá entrenar todos los días, y Antonio Duncan, que disfruta sus vacaciones en Alicante, volverá para completar los entrenamientos, siempre cortos de personal. Seguro que esto le vendrá muy bien a Alberto, acostumbrado a dejarse los dientes en liga ante pívots rocosos y duros de pelar.
Juan Carlos se encontraba taciturno a veces, y alegre en otras. Se le vio muy vivo, aunque insistió en que necesita mejorar físicamente. De todas maneras, el base disfrutó como todos de una sesión necesaria tras las lógicas comilonas navideñas. Roger, que sólo pudo estar unos 20 minutos en pista, llegó con fuerzas renovadas y aplicó una sexta marcha al partidillo.
Es de esperar que al entrenamiento de la semana que viene se presente mucha más gente. Intentaremos que sea el jueves en la Fundi o Arganzuela. Más datos, en sus correos próximamente.
PD: El jefe de prensa quiere desear a sus compañeros de equipo una buena salida y entrada de año. Que no bebáis mucho y, sobre todo, que si lo hacéis, dejéis el coche en casa y os vayáis dando un paseo a casa. Un abrazo para todos, amigos.